Vaya por delante que nadie tiene una fórmula mágica infalible para conseguirlo. No obstante, profundizar en las raíces del fenómeno y analizar algunos de sus patrones recurrentes puede ayudarte a hacer que tus contenidos corran de pantalla en pantalla como la pólvora.
Toma nota, pon en práctica estas estrategias y ya nos contarás qué tal te han funcionado.
Lo que encontrarás en este post:
¿Por qué comparte la gente un contenido?
Es la primera pregunta que debes hacerte. Y para responderla, qué mejor que tu propia experiencia. Piensa qué motivos te llevan a reenviar mensajes de WhatsApp de un grupo a otros, a darle al «Compartir» de Facebook o a retuitear. Seguramente contestes que son cosas ingeniosas, graciosas, novedosas, impactantes o morbosas.
Pese a que ese contenido lo haya elaborado otra persona, el hecho de compartirlo de algún modo nos hace sentirnos partícipes del mismo, una especie de coautores. Así funciona nuestro cerebro: si yo se lo hago llegar a mis contactos van a asociarme a mí con esas risas, ese conocimiento o ese asombro que genera. Se lo pasarán bien, aprenderán algo nuevo o serán sorprendidos gracias a mí.
Esta atribución, este masaje al ego propio, a uno le causa placer. Ahí es donde prende la mecha del fenómeno de la viralidad.
7 características de los contenidos virales
Aunque la tipología varía en función del formato de contenido que uno elija (no es lo mismo un vídeo que un post o un test), por lo general todos los contenidos virales tienen en común varios factores:
- Identificación con el público. Si tu contenido plantea algo que les es bien conocido y logras hacer que se vean reflejados, serán mucho más proclives a compartirlo.
- Componente emotivo. Cuenta historias que conmuevan, hagan sonreír, llorar o incluso cabreen a tu público. Estos sentimientos serán palancas para compartir aquello que los ha provocado.
- Titulares con gancho. Si no te curras un anzuelo atractivo y que genere curiosidad te lo estás poniendo difícil. Utiliza las técnicas del marketing de contenidos para atrapar a tus lectores desde el principio.
- SEO. Pocos casos se darán en los que un contenido haya triunfado sin haberle trabajado un poco la optimización en los buscadores, donde al fin y al cabo también acabará circulando.
- Redes sociales. Imprescindibles, como es obvio, de modo que no olvides los botones de compartir. Analiza en cada red social cuáles son sus días y horas punta de tráfico para publicar tu trabajo en el momento más adecuado. Ah, y no lo dejes programado porque le suele restar impacto.
- Factor influencers. Si un reconocido blogger o un famoso youtuber le da cancha tu artículo o tu vídeo, enhorabuena, casi has parido un viral. Prepárate para ver tu curva de audiencia crecer como nunca.
- Anuncios pagados. Un poco de «dopaje» siempre ayuda y en este caso no penaliza. Utiliza plataformas como Google Adwords y Facebook Ads para que difundan tu contenido entre miles de personas.
Trucos para buscar la viralidad
Teniendo en cuenta la aplicación de los puntos anteriores, llega el momento de ponerse manos a la obra. ¿Sobre qué escribo o de qué hablo en mi vídeo?
De acuerdo, ¿has oído eso de que quien da primero, da dos veces? Pues intenta abordar un tema novedoso (un producto recién lanzado, una nueva tendencia…) nada más surgir. Si no puedes ser el más rápido, al menos intenta darle un enfoque original, algo que nadie espere.
A veces estas versiones funcionan incluso mejor que los originales, sobre todo si provocas un poco de controversia. La polémica siempre funciona. Recordarás la que se lió a nivel mundial a cuenta del color de este famoso vestido:
De hecho, estar atento a la actualidad y a lo que se cuece en las redes sociales es fundamental. Te dará muchas claves e ideas sobre lo que le interesa a la gente en tiempo real. Los trending topic, por ejemplo, pueden ser toda una inspiración para generar contenidos «contagiosos».
Otra de las cosas que vas a necesitar sí o sí es una imagen o conjunto gráfico de calidad y con impacto. De poco te servirá un buen titular y un texto seductor como pocos si se acompañan de fotografías planas e insulsas.
Aprende del fenómeno de los memes, que son la viva imagen -nunca mejor dicho- de la viralidad. ¡Y lo sabes! XD
Involucra a tu público y genera cadenas
También puedes echar mano de la interactividad de tus contenidos. A los usuarios les encanta ser parte activa del juego y no meros receptores pasivos. Por eso triunfan tanto los test, sobre todo aquellos que acaban «juzgando» a quien se ha sometido a él, ofreciéndole un resultado en un tono simpático o cachondo. Carne de cañón para ser compartidos con tus contactos y ver si te superan o no. Efecto multiplicador, sin duda.
Involucrar a otros o retarles es, de hecho, otra baza que explotan muchos contenidos virales. Así ocurrió con el reto del cubo de agua por la ELA, donde se iba pidiendo a otros que lo hicieran, supuestamente por un fin solidario. O el reciente caso del «Mannequin Challenge», que genera competitividad por ver quién lo hace mejor o con más gente.
Por otra parte, los agregadores de noticias, como Menéame, también pueden darte grandes picos de audiencia, pero para ello tus artículos o vídeos deberán ser publicados en su portada, algo que está bastante cotizado y requiere numerosos votos de los asiduos al portal. Por probar tampoco pierdes nada.
Inspírate en quienes ya lograron ser virales
Si algo ya funcionó, no se trata de repetirlo sin más porque no te servirá de nada. Pero ¿y si lo mejoras o lo amplías? Por ejemplo, reconvirtiendo un artículo con muchas ideas desperdigadas en un ranking o lista, que son formas de presentar contenidos que le encantan a la gente.
O si ves que arrasó un artículo sobre las 10 mejores formas de hacer lo que sea, haz tu las 50 ¡o las 100 si puedes!
Sé creativo, une temas que fueron virales y sin aparente relación entre sí pero que al combinarlos generan hilaridad o un efecto sorpresa. Ten siempre en cuenta que la creatividad está detrás de un alto porcentaje de los contenidos que acaban siendo virales. El resto recae en casos de éxito espontáneo o en la simple casualidad, y eso ya escapa de todo control.
Y siempre, siempre, sea cual sea el formato de tu contenido, llama a la acción. Como voy a hacer ahora yo, para acabar, pidiéndote que me cuentes tu experiencia:
¿Has convertido algún artículo o vídeo tuyo en viral? ¿Cuál fue tu estrategia? ¿Qué resultados te dio?